viernes, 28 de octubre de 2011

LA VIOLENCIA NUESTRA DE CADA DÍA (Textos Sobre la Violencia)

Y sigue la violencia dándonos


Por: Lizbeth Trejo




Desde hace más de 500 años, el pueblo de México, se ha visto plagado por diversas formas y grados de violencia, que van desde las vejaciones, humillaciones y discriminación que sufrieron y sufren nuestros indígenas, hasta lo que hoy está viviendo, prácticamente toda la sociedad civil, gobiernos e instituciones, quienes día con día, vemos, vivimos y sufrimos una violencia cada vez más cruel e inhumana. 







Todo ello, producto de la descomposición de la sociedad y sus instituciones gubernamentales, ya que pese a los aparentes esfuerzos del gobierno, y las constantes protestas y reclamos de la sociedad,  parece interminable, ya que los gobiernos, se han visto superado y dominado por los delincuentes, sumiendo al país en un estado de ingobernabilidad. 





          

Salmo 911
Por Camelia la del Circo 


Mientras que cientos de jóvenes y familias completas son afectados e involucrados, ya sea formando parte de las filas del crimen organizado y el narcotráfico o viviendo la violencia generalizada que hay en el país, el crimen y la muerte, que en su camino van dejando terror, miedo y miles de inocentes en medio del fuego cruzado de esta “guerra”.

Desde hace algunos años, México se encuentra en medio de una guerra entre el gobierno y los cárteles de droga. Al ser frontera con Estados Unidos y al ser este país el mayor consumidor de droga del mundo, México es un sitio importante para el narcotráfico. Por eso hay una guerra: el negocio de la droga es ilegal pero muy rentable. Hay corrupción en todas las policías y en ciertos niveles de Gobierno, lo cual entorpece la lucha. Han muerto cerca de 40 mil personas entre delincuentes, soldados, marinos y civiles.

El Estado ha presionado de diversas maneras para reducir el impacto en medios de la cultura del narco. Hay una especie de censura disfrazada que el Estado promueve con la idea de que las noticias que se propagan no siempre sean de violencia y muerte. Ha habido intentos por censurar oficialmente algunos narcocorridos por ejemplo.

El Ejército Mexicano ha sido aliado del pueblo y ha combatido con fuerza al narcotráfico pero también ha demostrado por momentos que no está del todo preparado. Ha habido varias denuncias en contra de ellos sobre todo por violar derechos humanos, aunque en general, el pueblo los apoya. Los políticos están divididos en el tema. Se acerca el año electoral y muchos anteponen ese interés al de la nación. Algunos están de acuerdo en combatir al narco con todo; otros han sugerido de diversas maneras que habría que buscar alternativas como educación, mejor oferta de trabajo, legalizar las drogas e incluso algunos han hablado de pactar con el narco.

La sociedad civil no estaba lista para algo de esta magnitud. Con el paso de los años, ha salido la mexicanidad y hoy hasta bromas se hacen al respecto pero en general, la sociedad está asustada y harta. La gente tiene miedo de salir a la calle y añora los tiempos en que la violencia no era ni remotamente tan extrema.




Reaccionar para encontrar la paz


México está viviendo una crisis que todavía hace algunos años, no involucraba a los civiles. Ahora son miles los padres y amigos quienes lloran las pérdidas de seres víctimas de un sistema donde los políticos no pueden y tampoco saben cuidar su pueblo. 
Por su afán de poder, el Estado hizo un pacto con el diablo. El mexicano piensa que puede ser más chingón.  Sin embargo, en este caso, se ha tratado, al inicio, de un desconocimiento de un grupo tan organizado, que hasta hoy se miden las consecuencias de dicho pacto.
La militarización y la alta seguridad nunca serán soluciones viables.
El Estado Mexicano perdió la confianza y el respeto que se le podían tener. Ahora ¿Qué queda? Millones de mexicanas y mexicanos dispuestos a luchar por vivir dignamente. Los que todavía no lo han hecho, tarde o temprano (esperemos que sea lo más temprano) tendrán que juntarse a los movimientos civiles para que ésta y las futuras generaciones vivan en paz. Es la única vía de salida que les queda…


Cochiloca.


Estamos solos


En República Mexicana, en los últimos años se ha incrementado la actividad criminal ocasionando el surgimiento de numerosas redes del crimen organizado cuyo principal modo de subsistencia es entre otros el lavado de dinero, extorsión, secuestro y tráfico de drogas.
El surgimiento y crecimiento desmedido de dichos grupos o carteles en el territorio nacional los ha llevado a disputarse las zonas de operación siendo esta lucha la que en constantemente sacrifica las vidas de civiles ya sea directa o indirectamente como el caso del Casino Royal. El crimen organizado ha arrebatado la vida y la seguridad de los mexicanos reduciéndolos a estadísticas y daños colaterales.

El Estado Mexicano ante el problema de la violencia excesiva, el narcotráfico y sus consecuencias humanas lo que ha hecho es militarizar las zonas de conflicto anunciar estrategias y utilizar los medios para dar a conocer las cifras, las batallas ganadas, capturas, desintegración de carteles y ocultar información de la realidad que se vive en gran parte de la república Mexicana. Mentir en casos que conmocionan a la sociedad  se ha vuelto política de estado ante la incapacidad o complicidad del gobierno para solucionar o no  –según sea el caso- los problemas que aquejan a la sociedad

La sociedad civil al saberse abandonada y sabiendo que a las autoridades no manifiestan interés más que por ensalzar las pocas acciones en contra del crimen organizado no pueden sino resignarse a temer ante la incertidumbre de verse inmersos en un fuego cruzado, un asalto con violencia y tomar acción llenando la avenida Reforma un domingo por la mañana para desembocar en el zócalo y manifestar su descontento mientras aquel a quienes van dirigidos los reclamos y las demandas se limita a “respetar” el derecho a manifestarse, pues la seguridad no es prioridad más que como un discurso de campaña electoral.

Machete

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